1. TIPO PENAL
El homicidio por
arrebato repentino está debidamente tipificado en el artículo 109 del Código
Penal con el contenido siguiente:
El que mata a
otro bajo imperio de una emoción violenta que las circunstancias hacen
excusables, será reprimido con pena privativa de libertad, no menor de tres ni
mayor de cinco años.
Si concurren
algunas de las circunstancias previstas en el artículo 107, la pena será ni
menor de cinco ni mayor de diez años.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
El ilícito penal
se configura cuando el sujeto activo actúa y da muerte a su víctima bajo el
dominio de una emoción, violenta, la cual surge repentinamente por
circunstancias excusables o, mejor aún, justificables provocadas por el mismo
sujeto pasivo o por un tercero. Se trata de un homicidio realizado en estado de
emoción violenta justificada por especiales circunstancias.
No obstante, no
debe pensarse que el legislador pretende que se tenga como atenuante del
homicidio cualquier emoción violenta surgida en el agente, sino que este estado
de la conciencia, debe ser de cierta intensidad que genere un estado
transitorio de conmoción o perturbación en la personalidad del sujeto activo
que le impida controlar sus actos frente a determinadas circunstancias,
realizando con frecuencia conductas irracionales que normalmente no realizaría.
En otras palabras, aparece la emoción violenta como elemento atenuante cuando,
en las mismas circunstancias excepcionales, toda persona respetuosa del orden o
sistema jurídico la experimentaría y realizaría actos